Dentro de mil años de Hans Christian Andersen Dentro de mil años la gente cruzará el océano , volando por los aires, en alas del vapor. Los jóvenes colonizadores de América visitarán la vieja Europa, nuestros monumentos y nuestras decaídas ciudades. Dentro de mil años, vendrán ellos. El Támesis, el Danubio, el Rin, seguirán fluyendo aún; el Montblanc continuará erguido con su nevada cumbre, las auroras boreales proyectarán sus brillantes resplandores sobre las tierras del Norte. Pero una generación tras otra se ha convertido en polvo, series enteras de momentáneas grandezas han caído en el olvido, igual que las que hoy dormitan bajo el túmulo donde el rico harinero, en cuya propiedad se alza, se mandó instalar un banco para contemplar desde allí el ondeante campo de mieses que se extiende a sus pies. -¡A Europa! -exclamaron las jóvenes generaciones americanas-. ¡A la tierra de nuestros abuelos! Llega la aeronave, llena de viajeros, a Irlanda. El cable que descansa en el fondo d...